Vivir en Bogotá me permitió asistir ayer a una jornada del Mundial Sub-20 de fútbol. Algunos comentarios:
a) El estadio. El Campin es un estadio viejo, que puede tener la edad de nuestros estadios de la Ciudad Universitaria, pero que ha sido remodelado varias veces, incluyendo esta oportunidad. Tiene un bonito escenario en su interior y capacidad para más de 40.000 espectadores comodamente sentados, pero no ocurre lo mismo con los baños, los puestos de comida y los estacionamientos (parqueaderos). Todo eso deja bastante que desear, así como la señalización externa (no existe ninguna indicación clara sobre la puerta que a uno le corresponde para entrar al estadio).
b) El público. Muy respetuoso como son los colombianos. Además, por tratarse de un juego de la selección nacional y del fútbol menor no había barras que echaran a perder el espectáculo. Lo que si es que la gente se comporta de manera muy distinta a la del béisbol. Pareciera que van más a divertirse que a ver el juego. El uso de cornetas o vuvuzelas se ha generalizado y además del ruido insoportable ofrece una imagen casi infantil para los que no estamos acostumbrados (adultos soplando unas corneticas todo el tiempo, incluso en el intermedio)
c) Los juegos. Francia y Corea del Sur no mostraron gran calidad. Mali le dió trabajo a Colombia, pero ésta definitivamente es una buena selección. El medio campista James Rodriguez, el defensa central Franco y el arquero Bonilla, entre otros, son jugadores que prometen mucho. Creo que Colombia, Nigeria, Brasil y Argentina deberían pasar a las semifinales, pero pueden ocurrir sorpresas
a) El estadio. El Campin es un estadio viejo, que puede tener la edad de nuestros estadios de la Ciudad Universitaria, pero que ha sido remodelado varias veces, incluyendo esta oportunidad. Tiene un bonito escenario en su interior y capacidad para más de 40.000 espectadores comodamente sentados, pero no ocurre lo mismo con los baños, los puestos de comida y los estacionamientos (parqueaderos). Todo eso deja bastante que desear, así como la señalización externa (no existe ninguna indicación clara sobre la puerta que a uno le corresponde para entrar al estadio).
b) El público. Muy respetuoso como son los colombianos. Además, por tratarse de un juego de la selección nacional y del fútbol menor no había barras que echaran a perder el espectáculo. Lo que si es que la gente se comporta de manera muy distinta a la del béisbol. Pareciera que van más a divertirse que a ver el juego. El uso de cornetas o vuvuzelas se ha generalizado y además del ruido insoportable ofrece una imagen casi infantil para los que no estamos acostumbrados (adultos soplando unas corneticas todo el tiempo, incluso en el intermedio)
c) Los juegos. Francia y Corea del Sur no mostraron gran calidad. Mali le dió trabajo a Colombia, pero ésta definitivamente es una buena selección. El medio campista James Rodriguez, el defensa central Franco y el arquero Bonilla, entre otros, son jugadores que prometen mucho. Creo que Colombia, Nigeria, Brasil y Argentina deberían pasar a las semifinales, pero pueden ocurrir sorpresas