Quizás ustedes lo sabían, pero yo no. Resulta que hay ocho umpires en el Salón de la Fama. En orden cronológico de elección ellos son: 1. Tom Connolly & Bill Klem (1953), 3. Billy Evans (1973), 4. Jocko Conlan (1974), 5. Cal Hubbard (1976), 6. Al Barlick (1989), 7. Bill McGowan (1992), 8. Nestor Chylak (1999).
Connolly, nacido en Inglaterra, fue el umpire del primer juego de la Liga Americana, en 1901; se distinguió por su respeto a los jugadores y su firmeza en la defensa de las reglas. Klem fue conocido como “el padre de los umpires de baseball”, reconocido por la dignidad en el ejercicio de su profesión y por ser el primero en señalar con los brazos los lanzamientos en el home e innovador en muchos otros aspectos. Evans comenzó su carrera a los 22 años de edad y era conocido como “el muchacho umpire”, aunque estuvo activo hasta los 43 años. Conlan tuvo una breve carrera previa como outfielder de los Medias Blancas; sus discusiones con el manager Leo Durocher fueron famosas. Hubbard fue jugador profesional de fútbol americano antes de ser umpire y es la única persona hasta ahora en pertenecer a los salones de la fama de ambos deportes. Barlick fue un árbitro muy respetado, distinguido por su conocimiento de las reglas y sus claras y firmes decisiones. McGowan fue un umpire entusiasta y vigoroso, que atraía mucho al público con su manera de arbitrar. Chylak se destacó como soldado en la Segunda Guerra Mundial y como árbitro se esforzó siempre por no equivocarse. De todos ellos, Klem y Barlick posiblemente sean los mejores arbitros que ha conocido el beisbol.
Apenas ocho árbitros en un siglo. ¿Quién será el próximo? Podria ser Tim McClelland, todavia activo, aunque ha sido protagonista de muchas decisiones polemicas
Connolly, nacido en Inglaterra, fue el umpire del primer juego de la Liga Americana, en 1901; se distinguió por su respeto a los jugadores y su firmeza en la defensa de las reglas. Klem fue conocido como “el padre de los umpires de baseball”, reconocido por la dignidad en el ejercicio de su profesión y por ser el primero en señalar con los brazos los lanzamientos en el home e innovador en muchos otros aspectos. Evans comenzó su carrera a los 22 años de edad y era conocido como “el muchacho umpire”, aunque estuvo activo hasta los 43 años. Conlan tuvo una breve carrera previa como outfielder de los Medias Blancas; sus discusiones con el manager Leo Durocher fueron famosas. Hubbard fue jugador profesional de fútbol americano antes de ser umpire y es la única persona hasta ahora en pertenecer a los salones de la fama de ambos deportes. Barlick fue un árbitro muy respetado, distinguido por su conocimiento de las reglas y sus claras y firmes decisiones. McGowan fue un umpire entusiasta y vigoroso, que atraía mucho al público con su manera de arbitrar. Chylak se destacó como soldado en la Segunda Guerra Mundial y como árbitro se esforzó siempre por no equivocarse. De todos ellos, Klem y Barlick posiblemente sean los mejores arbitros que ha conocido el beisbol.
Apenas ocho árbitros en un siglo. ¿Quién será el próximo? Podria ser Tim McClelland, todavia activo, aunque ha sido protagonista de muchas decisiones polemicas